miércoles, 29 de enero de 2014

Coberturas y Burbujas

Javier Moreno, matemático colombiano residente en Canadá y columnista ocasional del diario El Espectador, ha compartido conmigo una serie de mapas sobre cobertura escolar que arrojan conclusiones interesantes sobre el asunto de cobertura escolar en primaria.

Los mapas (Disponibles en su versión de tamaño original en este vínculo que recomiendo abrir), nos muestran dos proporciones: La primera, la de niños en transición y primaria sobre el total de niños de 5 a 15 años en el departamento, seguida de la proporción de estudiantes de bachillerato entre niños y jóvenes de 10 a 20 años en cada departamento.

Para entender lo que nos dice el primer mapa, debemos tener en cuenta que en el rango de 5 a 15 años de edad, aproximadamente 5-6 años se pasan en la educación preescolar y primaria; en un escenario en el cual el niño entra al preescolar alrededor de los 5 o 6 años y entra a la secundaria sobre los 11 años podríamos asumir que aproximadamente entre el 50 y 60% de niños en ese grupo etáreo deberían estar matriculados entre preescolar y primaria, una proporción que se cumple a grandes rasgos en buena parte del territorio nacional, siendo Guaviare una excepción notable por lo alarmantemente baja, mientras que Casanare, Chocó y los departamentos del norte de Colombia como Magdalena, César y Guajira muestran niveles inusualmente altos. Mientras que el caso de Guaviare nos habla de niveles muy bajos de cobertura o de un fracaso de las iniciativas gubernamentales para garantizar la matrícula, los otros departamentos nos muestran situaciones de altos niveles de población extraedad, niños de 12 años o mas que aun estén cursando la primaria, lo que trae consecuencias en términos de calidad educativa y convivencia en el aula de clases.

El segundo mapa presenta una situación que aunque similar en algunos casos a la del primero, es en otros mas dramática. Acá debemos tomar en cuenta que del rango de 10-20 años, los estudiantes pasan aproximadamente unos seis o siete años, asumiendo que entren a la secundaria sobre los 11 o 12 años y se gradúen sobre los 17 o 18 años (Reconociendo la posibilidad de los estudiantes graduados bordeando los 19), una proporción entre el 0.5 y el 0.7. Podemos ver como buena parte de los departamentos se mantienen dentro de esa proporción. Sin embargo, los departamentos que están fuera de la media tienden a estar en la parte baja de la distribución, como es el caso del Chocó, y las alarmantemente bajas proporciones de los llanos orientales y la Guajira, que apuntan a posibles situaciones de deserción escolar una vez completan la primaria.

En términos generales, los mapas (Especialmente el segundo) apuntan a la tendencia de las políticas de cobertura y calidad a la centralización regional, es decir, su efectividad en el distrito capital y las regiones donde el gobierno central logra tener influencia, mientras que la periferia está rezagada, en algunos casos, de manera alarmante. Resulta claro que las políticas institucionales de cobertura han tenido un efecto sensible, sin embargo, también es claro que esto es dependiente de la presencia institucional y en algunos casos, de consideraciones culturales (Estoy pensando en la Guajira y estoy consciente que es una afirmación aventurada). Estos dos mapas presentan conclusiones interesantes que deben ser tenidas en cuenta y analizadas.

(Los datos utilizados por Javier para la elaboración del mapa están disponibles acá. )

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